La empresa pública Navantia, dedicada a la construcción naval, tanto civil como militar, acaba de poner la primera piedra para usar drones en la inspección de las estructuras de los barcos. En unos ensayos en los astilleros de Ferrol (Galicia), la compañía ha volado un dron dentro de un hangar, sin GPS, para tratar de detectar defectos en un buque.
La demostración de vuelo ha tenido lugar recientemente, en presencia de las empresas gallegas Avansig y Stgo. En este ensayo Navantia ha volado su dron dentro de un hangar, deteniéndose en ciertos puntos donde era necesario una inspección visual más aguda.
El objetivo es buscar defectos en la estructura del buque, que se pueden manifestar en forma de corrosión, de fisuras, abolladuras (blistering) o desconchones (flaking). La principal zona que el dron debe examinar es el interior de los tanques de carga de estos barcos.
Las aeronaves no tripuladas ahorran un tiempo considerable en esta inspección, que de otra forma tiene que hacerse mediante un procedimiento más rudimentario, con operarios directamente implicados. Así, también se evitan riesgos para las personas. Y las reparaciones se pueden acelerar, con lo que el buque está menos tiempo en el astillero, lo que supone menos tiempo perdido de navegación.
El dron de Navantia cuenta con un sistema de navegación propio, destinado específicamente a interiores. Y es que en estos lugares el GPS no funciona correctamente, a veces ni siquiera tiene señal, con lo que se necesitan otros métodos para evitar obstáculos y situar al dispositivo. Por el momento no ha trascendido qué tecnología emplea Navantia para que su RPA vuele con fiabilidad dentro de un hangar. En otros proyectos hay quien ha utilizado un sistema de balizas, que emiten una señal inalámbrica para comunicarse con el dron.
Aunque el sistema RPAS parece indicado sobre todo para la reparación de barcos, también se puede usar en su construcción. Una inspección visual detallada de los trabajos estructurales permitirá obtener información para guiar el proceso de forma más eficaz.
En definitiva, el proyecto de Navantia tiene vocación nacional. Se trata de un primer paso para transformar los astilleros españoles. El fin es aumentar su eficiencia y optimizar los procesos de trabajo.